1. Se trata de algo potencialmente adictivo. Como tal puede obstaculizar la capacidad de una persona para tomar decisiones claras.
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Distorciona poderosamente la visión de una persona sobre cuerpos, relaciones y sexualidad.
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Lleva a la gente a cosificar a los demás, viéndolos como juguetes sexuales que existen sólo para su propia satisfacción.
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Debido a su influencia distorsionadora, minimiza las oportunidades de los jóvenes de tener seguridad en sí mismos, ser felices y crear relaciones duraderas en el futuro.
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Afecta, por tanto, su capacidad de ver la vida de forma verdadera, provechosa y sana.
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Disminuye la sensibilidad hacia las mujeres, mostrando más agresiones, rudeza y falta de respeto.
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Disminuye el deseo de tener hijos y formar una familia.
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Aumenta el riesgo de tener dificultades en las relaciones íntimas.
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Aumenta el riesgo de abusar sexualmente de los demás.
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Aumenta el riesgo de recibir información incorrecta sobre la sexualidad humana.
