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Sacristán

Los sacristanes, también conocidos como fiscales, desempeñan un papel fundamental en la organización y preparación de las celebraciones litúrgicas.

Aquí tienes algunos detalles clave:

  1. Funciones del Sacristán:
    • Preparación del Altar: El sacristán se encarga de preparar el altar antes de la misa. Esto incluye colocar los objetos litúrgicos necesarios, como el cáliz, la patena, las hostias y las vestiduras sagradas.
    • Cuidado de los Vasos Sagrados: Después de la comunión, el sacristán limpia los cálices y patenas utilizados durante la Eucaristía.
    • Gestión de los Ornamentos Litúrgicos: Los sacristanes cuidan las vestiduras litúrgicas, como las casullas, estolas y albas, asegurándose de que estén limpias y en buen estado.
    • Encendido de Velas y Lámparas: Antes de la misa, el sacristán enciende las velas y lámparas del altar y del sagrario.
    • Coordinación con Ministros: Trabaja en estrecha colaboración con los acólitos, lectores y otros ministros para asegurar una liturgia fluida.
  2. Espiritualidad y Devoción:
    • El sacristán no es solo un organizador logístico; también es un testigo de la fe.
    • Su trabajo está imbuido de una profunda devoción hacia la Eucaristía y el misterio de la presencia real de Cristo.
  3. Discreción y Respeto:
    • El sacristán debe ser discreto y respetuoso, ya que maneja objetos sagrados y participa en momentos litúrgicos sensibles.
    • Su labor es un servicio humilde y silencioso en beneficio de toda la comunidad.
  4. Formación y Continuidad:
    • Los sacristanes reciben formación litúrgica y pastoral para comprender la importancia de su función.
    • A menudo, este servicio se transmite de generación en generación dentro de una parroquia.

En resumen, los sacristanes son guardianes del orden y la belleza en la liturgia, asegurando que todo esté dispuesto para la adoración de Dios.