Los sacramentos de la Iglesia son momentos sagrados y significativos en la vida de los fieles.
Sacramentos de iniciación
Estos sacramentos nos introducen en la comunidad cristiana y nos unen más estrechamente a Cristo.
- Bautismo: El bautismo es el primer sacramento y marca la entrada de una persona en la comunidad cristiana. Se realiza mediante la aplicación del agua y la invocación de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Es un símbolo de purificación y renacimiento espiritual.
- Confirmación: La confirmación es el sacramento en el que el creyente recibe el Espíritu Santo. Generalmente se administra a los adolescentes o adultos que desean profundizar su compromiso con la fe. El obispo impone las manos y unge con óleo sagrado.
- Eucaristía: También conocida como la Santa Comunión, la Eucaristía es el sacramento central de la Iglesia. En la misa, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Los fieles comulgan para recibir a Jesús en sus corazones.
Sacramentos de sanación
Estos sacramentos nos ayudan en momentos de debilidad o enfermedad.
- Penitencia o Reconciliación: Este sacramento ofrece la oportunidad de arrepentirse de los pecados y recibir el perdón de Dios. El penitente confiesa sus faltas al sacerdote, quien actúa como mediador.
- Unción de los enfermos: Antiguamente conocido como la “extremaunción”, este sacramento se administra a los enfermos o moribundos. El sacerdote unge con óleo y ora por la salud espiritual y física del enfermo.
Sacramentos de servicio
Estos sacramentos están relacionados con la misión y el servicio en la Iglesia.
- Matrimonio: El matrimonio es un sacramento que une a un hombre y una mujer en una alianza sagrada. Ellos se convierten en signos visibles del amor de Cristo por su Iglesia.
- Orden sacerdotal: Este sacramento se confiere a los hombres que han sido llamados al ministerio sacerdotal o diaconal. A través de la ordenación, reciben la gracia especial para servir a la comunidad.