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Cuando el papa llegó a Corea, el régimen de Pionyang disparó cinco misiles al mar.

A la celebracion de la santa misa que el papa Francisco celebró en el estadio de Dejaon, en Corea del Sur, no pudo participar ninguna delegación oficial de católicos norcoreanos, país en el que se vive una férrea dictadura comunista.

Roma, 15 de agosto de 2014 (Zenit.org) H. Sergio Mora.

Desde Corea del Norte llegó un rechazo a la invitación ya que el gobierno surcoreano –según acusa la gubernativa ‘Asociación de católicos norcoreanos’– no ha cancelado las ejercitaciones conjuntas con Estados Unidos, «gesto que hace imposible la visita».

La invitación por parte del Corea del Sur fue realizada el pasado 26 de mayo y reiterada en días sucesivos, ante la ausencia de una respuesta por parte del régimen Pionyang.

El Santo Padre encambio, ya en el primer día de su viaje apostólico hizo un llamado a la reconciliación entre las Coreas, país dividido por la guerra de los años 50, de la que nunca se firmó un tratado de paz y en la que rige un armisticio.

«Esta llamada –dijo el Papa en su saludo a las autoridades de Seúl– tiene una resonancia especial aquí en Corea, una tierra que ha sufrido durante tanto tiempo la ausencia de paz». Y recordó que «la búsqueda de la paz por parte de Corea es una causa que nos preocupa especialmente, porque afecta a la estabilidad de toda la región y de todo el mundo, cansado de las guerras».

El Santo Padre añadió que «la paz se puede alcanzar mediante la escucha atenta y el diálogo, más que con recriminaciones recíprocas, críticas inútiles y demostraciones de fuerza».

Por su parte el gobierno de Corea del Norte, en lo que se puede considerar como ‘un mensaje’, ordenó a su Ejército disparar un total de cinco misiles de corto alcance, cuando el Santo Padre llegó a Seúl, según la información proporcionada este jueves por el Estado Mayor de Corea del Sur por medio de su portavoz, Um Hyo Sik. Los misiles fueron lanzados desde Wonsan, en la costa sureste de Norcorea, y cayeron al mar al este de la península coreana tras recorrer 220 kilómetros.

En este año el régimen de Pionyang ha lanzado misiles al mar en diversas ocasiones, sea como ejercitación, sea en señal de protesta por las maniobras militares que Corea del Sur y Estados Unidos realizan en territorio surcoreano.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Corea del Sur, Noh Kwang-il, declaró su contrariedad: “No está bien que el Norte dispare misiles el mismo día en que el Papa visita Seúl con un mensaje de paz y reconciliación. Nosotros creemos que el Norte debería poner fin a estas provocaciones temerarias”, agregó.

En cambio, el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, restó importancia al lanzamiento de los misiles, recordando que no es primera vez que esto sucede en lo que va del año.

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