Este es, sin duda, el domingo de la acogida de Jesús de Nazaret a todos sus hermanos y hermanas.
Nos dice: “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”.
Y en estos tiempos tan difíciles la llamada inequívoca de acogimiento del Maestro es como un bálsamo para todos nuestros problemas y dificultades. Vayamos, pues, junto a Jesús y olvidemos nuestras dificultades.
Él nos aliviará.