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La bendición de la mesa es una acción de gracias y una sencilla petición, que sigue la estela del Padrenuestro, la oración que Jesús nos enseñó, donde pedimos: ‘Danos hoy nuestro pan de cada día’, recordando así la procedencia de esos y de todos los bienes -vienen de Dios- que nos deleitan y nos alimentan, y que son completamente necesarios para el hombre.

Algunas sugerencias prácticas

Es frecuente en la actualidad que los miembros de la familia coman a distintas horas o en distintos sitios, o que la cena sea poco más que un asunto que cada uno se despacha por su cuenta… Pero siempre hay algunas comidas especiales; tal vez el domingo, o la comida en casa de la abuela… Se le puede dar un valor especial precisamente con la bendición.

También es buena cosa enseñar a bendecir incluso cuando uno come sólo. De ese modo se adquiere el hábito de vivir en presencia de Dios con sencillez a lo largo del día, y no sólo, por ejemplo, en el templo
Hay quien, para fomentar la costumbre entre los más pequeños, escribe en un papel la fórmula, de un modo más o menos artístico, y lo pone en un imán de la nevera, o en una cartelita para que pueda leerlo en voz clara aquel que le toca ese día…

Os adjuntamos algunas fórmulas. La primera es la que se recoge en los bendicionales de la Iglesia. Que lo disfrutéis.

Fórmulas para la bendición de la mesa

Bendición
V. Bendícenos, Señor, y bendice estos alimentos que por tu bondad vamos a tomar.
R. Amén.
V. El Rey de la gloria eterna nos haga partícipes de la mesa celestial.
R. Amén.

Acción de gracias
V. Te damos gracias por todos tus beneficios, omnipotente Dios, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amén.
V. El Señor nos dé su paz.
R. Y la vida eterna. Amén.

Hay otras muchas fórmulas. Se adjuntan algunas, tanto de bendición antes de comer como de acción de gracias al terminar.

BENDICIÓN AL COMENZAR

1. En el nombre del Padre…
Bendícenos, Señor, y bendice los alimentos que vamos a tomar para mantenernos en tu santo servicio. Amén.
2. Bendícenos, Señor, y bendice nuestros alimentos. Bendice también a quienes nos los han preparado, y da pan a los que no lo tienen.
3. Bendice, Señor, a cuantos hoy comemos este pan Bendice a quienes lo hicieron y haz que juntos lo comamos en la mesa celestial.
4. Porque me das de comer, muchas gracias, Señor. Sé que hay muchos hombres que hoy no comerán… Danos a todos el pan de cada día.

ACCIÓN DE GRACIAS AL TERMINAR

1. Te damos gracias, Señor, por el alimento que nos has dado; haced que de él nos sirvamos siempre para nuestro bien.
2. Gracias por todos tus dones. Que el Rey de la eterna gloria nos haga partícipes de la mesa celestial. Amén.
3. Gracias, Señor, porque, de nuevo, hemos podido alimentarnos con los dones que Tú generosamente nos das. Señor, que no haya más hambre en el mundo.
4. Te agradezco, Señor, esta alegría de la mesa: el alimento y la compañía de los míos. Bendice siempre a esta familia y a quienes no tienen ni hogar ni pan.

Fuente.

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