No tengas miedo de salir a la calle y a las plazas, como los primeros apóstoles que predicaron a Cristo y las buenas noticias de salvación en las plazas, pueblos y ciudades.
Ya no es tiempo para vivir avergonzados del Evangelio Romanos 1,16. Es tiempo de predicarlo desde los techos. Mateo 10:27 e invitar a cada uno que encuentres al banquete que Dios ha preparado para los suyos.
El evangelio no puede quedar escondido por miedo o por indiferencia… Su objetivo no era tenerlo guardado en el cajón, sino para ponerlo sobre un estante para que vean su luz y glorifiquen al Padre. Mateo 5,15.
Jesús salió en busca del hombre y de la mujer de su tiempo. El se ensartó en un diálogo abierto y confiado con ellos, sin tener en cuenta su condición como el Buen Samaritano de la familia humana, el se acerco a su gente para curarlos de sus pecados y de las heridas que deja la vida, y llevarlos a la casa del Padre.
Queridos jóvenes la Iglesia les manda ir con la fuerza del Espíritu, a los que están cerca y a los que están lejos. Y compartir con ellos la libertad que encontraste en Cristo. (Juan Pablo II Denver, USA. 15 Agosto/1993)
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